La teoría económica analiza los mercados y demuestra la
eficiencia que alcanzan cuando son perfectamente competitivos. En el caso de
los monopolios, que dan lugar a la ineficiencia, se regulan mediante las leyes
anti-monopolio, aunque en muchas ocasiones no se consiga el fin perseguido.
Los bienes públicos
Este tipo de bienes tienen dos características que los diferencian
de los bienes privados en cuanto a su consumo:
- No es excluyente, es decir, no se puede impedir que quién no los paga los consuma. Un ejemplo es el alumbrado de una ciudad: una vez que se ha instalado, todos los ciudadanos se benefician de él y lo disfrutan.
- No hay rivalidad, pudiendo ser consumidos simultáneamente por más de una persona. En el mismo ejemplo anterior del alumbrado, es obvia esta característica.
Las externalidades
Se denomina así a los efectos que tienen algunas actividades
económicas, de consumo o de producción, sobre otros agentes económicos o sobre
la sociedad en general. Los efectos pueden ser beneficiosos o perjudiciales,
hablándose de externalidades positivas o negativas
.
Las externalidades positivas producen un beneficio,
incrementan el bienestar individual o colectivo. Si una familia tiene una casa
con un bonito jardín que desprende un exquisito aroma al atardecer, sus vecinos
se benefician de él, al contemplarlo o al respirar su olor. A nivel colectivo,
los bienes públicos producen beneficios a la sociedad, y en realidad son un
caso específico de externalidades positivas. También lo es la difusión
tecnológica que se da en las industrias cuando las innovaciones no pueden
protegerse mediante patentes.
Las externalidades negativas provocan un coste a terceros,
disminuyendo el bienestar individual o colectivo. Es el caso de los fumadores,
que perjudican a los que tienen a su alrededor, o más importante, la
contaminación que producen los coches o las fábricas. El ruido, los atascos de
tráfico o el agotamiento de recursos naturales son también ejemplos de efectos
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